Sabemos que la atención es una parte fundamental de la supervivencia humana. Y aunque esta disposición del ser está presente a diario, rara vez nos cuestionamos cómo funciona esta habilidad, a pesar de necesitarla todo el tiempo: ya sea para estar alertas y ser lo suficientemente receptivos a los sucesos del ambiente, o para llevar a cabo varias tareas de forma eficaz.
Por: Caterine Casas
Josep María Fericgla, doctor en antropología cultural y etno psicólogo, especialista en experiencias extáticas y profesor de la Universidad de Barcelona y de Salamanca, se preguntó sobre el significado de la palabra atención, la cual se encuentra descrito en el diccionario de la Real Academia Española, RAE, como la acción de atender. Y aunque parezca obvio, fue una de las premisas para que, Fericgla, concluyera dentro de sus investigaciones antropológicas que: “La atención en sí misma no es nada”, la acción de atender y su intención es lo que realmente define nuestra realidad.
Pero, ¿tenemos el control sobre una de las fuerzas más poderosas que existe en nuestra existencia como especie?
Atender es algo que se nos da de manera voluntaria, pero también de forma involuntaria. Por lo tanto, no siempre tenemos el control de ella. Según Josep, la clave es ser conscientes de qué o quién atrae nuestra atención, y preguntarnos si realmente estamos gastando esa energía potenciadora en algo que nos interesa o vale la pena. Josep Fericgla nombra este fenómeno “Inversión direccional de la atención”.
Teniendo en cuenta la perspectiva del antropólogo y profesor, le preguntamos a maestras y maestros de la Academia de Expresión y Doblaje A Voz sobre qué significaba para ellas y ellos esta palabra y de qué manera la trabajan en sus clases.
La profesora de sensibilidad vocal, corporal, textual y análisis e interpretación de textos de la Academia A Voz, Natalia Silva, coincide con Josep María Fericgla en que, concentrarse es enfocar la mente, mientras que atender es unir todo nuestro ser con una intención hacia el objetivo que deseamos alcanzar. La profesora, también, reflexiona sobre las exigencias multitareas que nos exige la sociedad actual.
“Nos han metido en la cabeza que debemos hacer mil cosas al mismo tiempo. Pocas veces logramos enfocarnos en una sola tarea y estar ahí, en lo que uno está, sea sentado escuchando a alguien, bañándose los dientes, picando una cebolla o ejecutando un texto. Este mundo nos dice que tenemos que estar haciendo de todo, que tenemos que estar con la atención en mil cosas al tiempo, para poder ser productivos. Por eso nuestro cerebro tiende a poner cuidado a cosas que realmente ni siquiera le interesan. Estamos desconectados”.
Así mismo, la educadora habla de la atención como posibilidad de encontrarse aquí y ahora y es algo que implementa constantemente en sus ejercicios en A Voz Academia.
El profesor de expresión oral y corporal, Andrés Felipe Morales, cree que activar las endorfinas y mover las emociones de los estudiantes es clave para llamar la atención. Lo hace a través de la risa, de las formas disruptivas, para estimular los sentidos. También usa los puntos de giro y la sorpresa como metodología lúdica de clase para llegar a los objetivos propuestos.
Felipe considera la atención como un estado de alerta y cree que concentrarse es enfocar ese estado en una sola cosa o en un solo sentido. En este punto, el profesor concuerda con Natalia en atender un solo objetivo a la vez. No obstante, el profesor de A Voz cree que el ser humano, de manera natural, atiende a lo que le interesa, ya que está en juego su propia supervivencia.
Fericgla dice que no solo usamos esta capacidad para sobrevivir, sino también para influir sobre nuestra propia evolución.
Vania Gelabert, docente de técnica vocal de canto para el Voice Over de A Voz Academia, piensa que la atención está donde nos enfocamos, en algo específico, y sirve para darle prioridad, en el presente, al objeto de observación. Además, opina que influye altamente en nuestro estado del ser.
“Puedo observar lo que hacen mis alumnos corporalmente, pero no sé lo qué están pensando. La atención de su mente puede estar en cualquier cosa, que no tenga necesariamente relación con el tema de la clase. Sin embargo, los ejercicios de cuerpo y la emisión de sonidos reflejan si la atención ha sido puesta, y si estaban atentos a los conceptos técnicos que expuse verbalmente”.
Vania agrega que, concentrarse, en algo específico, puede hacer perder de vista otros enfoques y limita la atención. Por lo tanto, contrasta estos dos significados:
*concentrado * centrado en algo
*atento * abierto a las posibilidades
Para terminar, la maestra manifiesta que si atendemos a algo que no nos interesa, es para descansar la mente. Mientras que el etno psicólogo Ferigcla dice: en general creemos controlar la acción de atender, pero en realidad es de afuera que nos roban esta energía vital. Por ejemplo la publicidad, los anuncios, el manejo de nuestras emociones.
Y agrega lo siguiente: “Toda acción, todo proceso, necesita algún tipo de energía que lo mueva. Todos los ejercicios de concentración, meditación y/o posturas de respiración existen para un único propósito: ganar el control sobre mi atención.
Ahora, pongamos a prueba nuestra atención con el siguiente cuento anónimo:
“Las tres palabras” *
Un jornalero pobre llegó por la noche a una posada, no tenía dinero. Se sentó en una mesa. En la mesa estaban sentados dos panaderos que comían y bebían.
El jornalero dijo: —Les propongo una apuesta. Les diré tres palabras que ustedes deben repetir.
— Es absurdo —contestaron los panaderos.
— Es un juego demasiado sencillo.
— ¿Cuánto apuestan ustedes? —insistió el jornalero.
— Un duro —contestaron los panaderos asombrados.
El jornalero empezó: —Comenzamos con esta palabra: Popocatépetl.
Los panaderos repitieron: Popocatépetl.
El jornalero dijo: Mercader.
Los panaderos dijeron: Mercader.
Entonces dijo el jornalero con una sonrisa: error.
Los panaderos meditaron mucho, pero no pudieron hallar su error.
El jornalero dijo:
— Ensayemos de nuevo.
El jornalero empezó otra vez y dijo: Hipopótamo.
Los panaderos: Hipopótamo.
El jornalero: Jirafa.
Los panaderos: Jirafa.
Otra vez el jornalero dijo con una sonrisa: error.
Después de la cuarta vez los panaderos pagaron el duro, pero preguntaron:
— ¿Cuál ha sido nuestro error?
El jornalero dijo:
—Nunca pronunciaron la tercera palabra: error. Por eso ustedes han perdido la apuesta.
Al parecer, la atención y la intención del observador construyen su realidad, son los dos pedestales en los cuales evoluciona el ser humano y sobrevive, por lo tanto, no estaría de más prestarle atención a la atención, porque según Josep Fericgla “allí donde dirigimos la atención se cristaliza algo”.
* Tomado de: GuíaInfantil.com
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Excelente tema sobre la atención incluso los demás sentidos como el olfato y el tacto también juegan un papel preponderante.